martes, 27 de diciembre de 2011

.

Yo que sin ti no soy nada, que sin ti no soy capaz de valorarme a mi misma, que sin ti mis días se vuelven amargos,
Quiero tenerte y olerte, despertarme y lo primero que vea es tu perfecta imagen de ángel.
No pido mucho solo tu compañía y tu alegría en mis peores días, solo pido que estés conmigo y me quieras.
Me encantaría poder estar a tu lado ahora, cogerte de la mano, mirarte fijamente a los ojos, sonreír y decirte que eres lo único por lo que vivo, que eres la única persona que puede alegrarme y que daría todo lo que estuviese en mi mano por solo pasar un solo día contigo, los dos solos.
Miento si digo que me he enamorado, mentiría si dijera que cada vez que hablo contigo, que cada vez que estoy cerca tuya no noto ese cosquilleo que te hace especial, ese vuelvo al corazón, ese sudor tonto.
Tú provocas mi locura, mi deseo, tú provocas mi felicidad y mi tristeza.
A veces pensamos y es ridículo pensar que solo una maldita persona puede hacerte feliz, solo una, pero el amor es así, ridículo, con sus más y sus menos, pero es amor.

Es que por más que busco no encuentro ni uno que se parezca a ti, tan perfecto, tan romántico, tan cariñoso, tan detallista, tan simpático, es que de lo perfecto que eres pareces imperfecto.

El amor es un puño de fuego que te abraza por dentro, es un oleaje revuelto, el verdadero amor debería matarnos para resucitarnos después, el verdadero amor debería acojonarnos de lo fuerte que es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario